Blogia
Molintonia

26º Bocadito de cine - En el nombre del padre, el terrorismo combatido por leyes ilícitas

26º Bocadito de cine - En el nombre del padre, el terrorismo combatido por leyes ilícitas

En este día que brilla en el calendario más que llos tejados del Taj Mahal, navegaremos de la mano de Alfredo Moreno por los entresijos de la película En el nombre del padre.

En las décadas de los sesenta y setenta proliferaron en Europa una serie de grupos terroristas. Entre ellos, estaba el IRA, como una nueva forma de enfrentarse al secular conflicto que suponía la ocupación británica de la isla de Irlanda.

En aquellas décadas, muchos Estados europeos idearon las llamadas leyes especiales contra el terrorismo, en las que se permitían actos de dudosa legalidad en una democracia, como registros, escuchas telefónicas, grabaciones, fotografías, violación de correo privado e interrogatorios sin presencia de abogados.

Uno de los aspectos más condenables de aquellas leyes eran las detenciones preventivas de sospechosos por terrorismo para ser interrogados sin la presencia de abogado y con total ausencia de las mínimas garantías de habeas corpus.

En este marco es donde se ubica la historia de En el nombre del padre, que Jim Sheridan, dirigió en 1995 y que se basa en la novela autobiográfica de Gerard Conlon, el personaje al que da vida Daniel Day-Lewis, y que describe su odisea propia, de su familia y de un grupo de amigos en las cárceles británicas, acusados de unos hechos que no cometieron y cuya detención y posterior condena se produjo sobre la base de una de esas leyes antiterroristas de contenido invasivo. 

Nos encontramos en los 70, años de liberación sexual, música, drogas, huida de los convencionalismos sociales… En este clima, en Belfast, malviven jóvenes de familias católicas, rechazadas por la comunidad protestante, que tiene en sus manos el poder político y las fuerzas de seguridad. Muchos de esos jóvenes cometen pequeños delitos para salir adelante, pagar sus cervezas o sus drogas. Gerry Conlon-Daniel Day-Lewis es uno de ellos. Los continuos problemas en los que se meten él y sus amigos hacen que algunos de ellos sean enviados a Inglaterra a buscar trabajo, o simplemente para huir de un ambiente duro. Gerry Conlon es uno de los que hacen el viaje a Londres, donde entrará en una comuna en la que encontrará sexo y drogas.

Por aquel entonces el IRA prepara un atentado con bomba en una taberna de Guildford que causará cinco muertos. Gerry será detenido en Belfast porque su nombre aparece en las declaraciones de sus amigos, que han sido interrogados en Londres.

A partir de ahí comenzará para los detenidos un interminable proceso de aberraciones jurídicas que en la película solamente se apuntan, encaminadas a la obtención de unas confesiones en las que se buscan unos responsables confesos que poder vender a una sociedad atemorizada. Tan estrafalario montaje policial lleva a la detención de la tía de Gerry, sus primos, y de su padre. La culminación de toda la farsa tendrá lugar en un juicio-espectáculo que fijará la condena de todos los implicados a penas que van de los catorce años de cárcel a la cadena perpetua para Gerry y sus amigos. Su padre será condenado a 30 años, es decir, prácticamente a morir en prisión. Estas condenas no se conmutarán ni cuando confiesa el auténtico responsable de los atentados. Las jerarquías policiales deciden ‘no meneallo’ por el escándalo que puede producirse.

La película se detiene a examinar las relaciones tortuosas entre Gerry y su padre durante la larga estancia en la cárcel, la negación de Gerry de la realidad, su resignación, y su caída en las drogas. Incluso el auténtico autor de los atentados coincide en la misma prisión que Gerry y su padre, y el odio que a Gerry le genera, unido a la enfermedad de su padre, harán que Gerry se dedique a buscar una salida a su situación dentro de los cauces legales, ayudado por una abogada que ha visitado la cárcel, interpretada por la fantástica Emma Thompson. Tras largos años de lucha legal lograrán reabrir el caso y llevar la película a uno de los finales más emotivos, furiosos y redondos de los últimos años.

La película es el retrato de la falsedad de los valores de una sociedad, de la puesta en evidencia de una mentira y de la muerte de la inocencia ante esa mentira. Como toda obra de arte, la película plantea diversos y casi interminables niveles de lectura: desde la marginación de los católicos en la Irlanda del Norte de la época frente a una minoría poderosa que ostenta el poder es capaz de reservarse los derechos y los beneficios para sí, hasta  el hecho de que incluso en el poder opresor hay quienes, como la abogada interpretada por Emma Thompson, ponen a las ideas y a las virtudes del sistema democrático por encima del interés partidista, combatiendo las presiones políticas de dar carpetazo a un caso arruinando la vida a ocho personas inocentes

Todos los intérpretes plasman unos magníficos trabajos. En especial Daniel Day-Lewis, Pero también están fantásticos Emma Thompson, Pette Postlethwaite o Corin Redgrave, y esas incontables gotas del inmenso océano de actores secundarios ingleses e irlandeses. Otro punto fuerte de la película es la música: Bono, Hendrix, Sinnead O’Connor, Bob Marley…

 En el nombre del padre es toda una experiencia. En su momento se la calificó como película antibritánica y se creó cierta polémica por el retrato que daba del gobierno y policía británicos y norirlandeses. Sin duda, una argumentación estúpida a la vista de los hechos reales de éste y otros casos. Criticar en una película las detenciones arbitrarias, las torturas, las condenas injustas, los regímenes corruptos, la justicia incompetente y todos los vicios que existen en nuestro cómodo sistema de vida es un aviso de que lo que ocurrió en el pasado puede darse, de hecho se está dando, en el presente y en el futuro inmediato, y en cualquier geografía. Quienes utilizaban argumentos de crítica tan torpes no estaban más que confirmando la premisa mayor que mostraba la película. Pero si la historia que refleja la película la han vivido en primera persona seres de carne y hueso, entonces pasa a ser un testimonio, una verdad innegable, y quienes la disfrazan, la ocultan, la niegan, antes, ahora y siempre, son el enemigo. Sea británico, iraquí, estadounidense, argelino o español.

Este programa cuenta con el respaldo de la Escuela de Cine Un perro andaluz y la colaboración de la tertulia Habladores de cine.

Te deseo paz y alegría serena.

Hasta pronto.

0 comentarios