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Algunas claves para facilitar el desarrollo

Actualmente, el crecimiento de la organización está supeditado al crecimiento de las personas. Para conseguirlo, es preciso que nuestro modelo de gestión establezca una serie de prácticas que, junto al deseo individual de cada profesional, les ayuden a asumir responsabilidades cada vez mayores. Se trata de favorecer la adquisición de conocimientos y experiencias dirigidas a cubrir necesidades del negocio.

 

Algunas actividades que pueden favorecer su desarrollo son las siguientes:

 

  • Participación en proyectos de áreas diferentes a la que pertenecemos: integración en equipos de trabajo multifuncionales y/o multigeográficos con un objetivo compartido, donde cada profesional aporte sus conocimientos, sus experiencias (éxitos y fracasos), sus puntos de vista (en función de su realidad) y adquiera así nuevas competencias.  De esta manera, el equipo consigue resultados más completos: mejores ideas, conocimientos complementarios, mayor innovación. Igualmente, la participación en proyectos impulsa la cultura compartida, el espíritu de colaboración y el conocimiento de la organización.

 

  • Movilidad, entendida como el cambio de actividad intra o inter-funcional con traslado geográfico o sin él. En estos casos, la movilidad se considera como un factor de desarrollo porque proporciona enriquecimiento ya que desempeñar distintos puestos a lo largo de la trayectoria profesional, además de añadir competencias, amplía la visión del negocio, potencia la empatía hacia el cliente interno y prepara la adaptación a los cambios inevitables que surgirán en el futuro. Asimismo, la organización se nutre de ese aporte porque encuentra mayor preparación entre sus integrantes, el conocimiento se difunde y tiene más capacidad de ocupar vacantes con movimientos internos; aunque hay que considerar que cada puesto de trabajo requiere un mínimo y un máximo de tiempo, diferenciados por el contenido de sus funciones, para adquirir las competencias necesarias para el desempeño en un grado adecuado. Además, la permanencia en el mismo por debajo o por encima de este intervalo no es apropiada porque limita el desarrollo.

 

  • Gestión del conocimiento: promover la creación, el intercambio y la utilización del conocimiento por parte de las personas para obtener ventajas competitivas. De esta forma, la gestión del conocimiento se convierte en un valor esencial en las organizaciones; es la base para conseguir la mayor sinergia del trabajo en equipo, con aportes altamente positivos para el crecimiento de las personas y de la organización.  A través de esta práctica, se adquiere formación e información de la propia y de otras funciones del negocio que ayudan a la obtención de mejores resultados individuales y colectivos, se consigue una optimización del tiempo dedicado al trabajo y aumenta la ‘empleabilidad’ de quienes participan. Igualmente, potencia el entorno de colaboración, contribuye a evitar las pérdidas de “know-how”, incrementa la capacidad de innovación y mejora la eficiencia.

 

Formación, como actividad dirigida a la adquisición de conocimientos y habilidades con metodología pedagógica en entornos específicamente diseñados para ello. Formación que debe estar orientada a la mejora del desempeño en el puesto de trabajo y a una mayor ‘empleabilidad’, mediante el impulso a la polivalencia. Con ello, la organización hace crecer su patrimonio intelectual, provoca la transferencia del know-how interno, favoreciendo la movilidad y facilitando los cambios organizativos.

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