15º Bocadito de cine - Marilyn Monroe, un ángel convertido en mito
En este día que brilla en el calendario como una estrella, hablaremos de otra estrella, una gran estrella, Marilyn Monroe, nacida en 1926 en Los Ángeles y fallecida en 1962 en la misma ciudad. Marilyn es probablemente la persona más recordada de la historia del cine, y no sólo por los hombres, lo que podría suponerse por su pose de seductora, sino también por las mujeres, como pudo comprobar su psiquiatra, Hyman Engelberg, que recibió gran cantidad de llamadas de mujeres un día después de su muerte diciéndole que si tan solo hubieran sabido que Marilyn tenía problemas, hubieran hecho lo posible por ayudarla. El American Film Institute la considera entre las diez mejores estrellas femeninas de todos los tiempos.
Tal como la causa de su muerte aún no ha sido esclarecida, también sus orígenes muestran detalles escabrosos que desde lo psicológico seguro que podrían anticipar el devenir de la existencia que tuvo. Su madre, Gladys Pearl Baker, se había casado y separado al poco tiempo del noruego Edward Mortenson, sin saber que estaba embarazada. Así nació Norma Jean, que recibió el apellido de su padre, pero siempre fue conocida como Norma Jean Baker, hasta que adoptó el nombre artístico de Marilyn Monroe, cuyo apellido era el de soltera de su madre. Su infancia transcurrió con cambios continuos de tutores y de domicilios, teñida de una acusación de violación que hizo al padre de la mejor amiga de su madre, matrimonio que la tenía en acogida. A los doce años, se enteró de que tenía una hermanastra de una anterior relación de su madre, a quien logró encontrar y conocer para mantener el contacto hasta que falleció. Con dieciséis años, sus tutores tuvieron que desplazarse de ciudad y le ofrecieron irse a un orfanato. Como quería seguir en su ciudad y de ninguna manera entrar en ese orfanato, se casó con James Dougerthy, de 21 años, quien pronto se enroló en el ejército y salió para Australia. Norma Jaen decidió que sería una buena ama de casa y marchó a vivir con su suegra. Estamos en 1944, ella trabaja en una fábrica de municiones y un fotógrafo le hace unas tomas en su puesto de trabajo. Es el punto de inflexión en la vida de esta aún adolescente muchacha, pues de ahí comenzaron a surgirle ofertas para dedicarse profesionalmente a ese trabajo. Cuando su marido regresa a casa, se muestra muy disconforme con que ella siga en esa actividad, así que se divorcian y comienza así su carrera artística de forma imparable.
Trabajó para la Twentieth Century Fox y para Columbia Pictures en pequeños papeles. En 1949, aparece brevemente en una escena de Amor en conserva, de los hermanos Marx. También participa en La jungla de asfalto y en Eva al desnudo. Continúa con papeles de reparto hasta 1953 en que protagoniza su primer éxito: Niágara, sustituyendo a Anne Bancroff, desde donde se lanza a la fama. Es mismo año aparece en el número inaugural de Play Boy, como portada y póster central, donde aparece desnuda mostrando sus medidas 94-58-92, en una fotografía que había sido hecha años atrás.
Los caballeros las prefieren rubias la confirma en el estrellato, aunque todavía pasó una temporada de ascenso continuado, mientras contraía matrimonio con el beisbolista Joe DiMaggio. Precisamente, su participación en una película donde Marilyn transmite toda su sensualidad y en la que aparece la escena de la falda blanca plisada que asciende por el aire que mueve una boca de metro, estrenada en España como La tentación vive arriba, es el desencadenante de su divorcio. Se relaciona con importantes personalidades como políticos, escritores, actores y productores. Eso le hace desear perfeccionarse como actriz en el Actor’s Studio y montar su productora.
En 1956 se casa con el dramaturgo Arthur Miller y en 1957 rueda la película por la que más premios obtuvo: El príncipe y la corista. Durante el rodaje, perdió al hijo que esperaba y ahí se inicia su relación con el alcohol y los barbitúricos.
En 1959, rueda Con faldas y a lo loco en un estado anímico decadente, con una supuesta relación con Tony Curtis, de la que quedaría supuestamente embarazada con un nuevo aborto espontáneo.
De 1960 a 1962, su salud se fue deteriorando y estuvo hospitalizada varias veces, después de un sinfín de supuestos affaires amorosos, entre ellos con los hermanos John y Bob Kennedy, con Frank Sinatra, Yves Montand y dicen que incluso con otras actrices como Marlene Dietrich, Elizabeth Taylor, Joan Crawford y Barbara Stanwyck.
En la madrugada del 5 de agosto de 1962, su ama de llaves la encontró desnuda y muerta sobre su cama. La autopsia indicó que el motivo de la muerte fue un exceso de barbitúricos, pero existen muchos detalles que no confirman que pudiera ser el suicidio que finalmente se le atribuyó. Se han lanzado hipótesis confabulatorias que involucrarían a experimentos de la CIA, la intervención de la familia Kennedy o la Mafia, a través de Frank Sinatra.
Marilyn Monroe, un ángel, como la describen gentes que la conocieron, que descendió para una vida que no supo vivir, fue una mujer irrepetible que pudo quedar esclavizada de la imagen de seductora ingenua y explosiva, y quizá ello fue lo que le llevó a sus neurosis, provocadas por el continuo deseo de buscar el afecto que no tuvo en su niñez.
Como dijo el gran maestro Wilder, “el problema de Marilyn es que se enamoraba con mucha rapidez. No era la clase de mujer que se supone que debe ser un símbolo sexual, y eso la mató. Marilyn era una mezcla de pena, amor, soledad y confusión”.
En una de sus últimas actuación, en el Madison Square Garden, cantó Hapyy Birhday, Mr. President, dedicado a John Kennedy. Tomo unas frases que le dedica Antonio Delgado, experto en lenguaje corporal:
Entra acariciándose con la excusa de colocar bien la prenda que le cubre los hombros. Luego corretea como una chica inocente y traviesa. Deja entrever su escote y se vuelve a acariciar con un profundo autoabrazo. Son movimientos suaves con una respiración superficial, su mano derecha junto al pecho y la mueve al ritmo de su voz íntima, susurrante. Párpados caídos, boca entreabierta, signo de placer físico… se acaricia su silueta, la remarca y así, su rostro muestra aún más placer. Se dirige al público y al presidente con expresiones y movimientos de niña dulce, extremadamente sensual, hasta que dos cocineros traen una tarta gigante al escenario, donde comenzará su discurso el presidente.
Este espacio cuenta con el respaldo de la Escuela de Cine Un perro andaluz y la colaboración de la tertulia Habladores de cine.
Te deseo paz y alegría serena.
Hasta pronto.
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