Sinopsis de Silvana
Silvana es una mujer de cuarenta y cinco años, con una buena posición social, dedicada al diseño de moda, que en cuanto acaba de morir su madre, intentando deshacerse de fantasmas enquistados, narra en primera persona su único amor, ocurrido en 1982, cuando contaba doce años de edad. Salvador fue su primer novio, el muchacho del primer beso, del primer tacto, que deja huella para toda la existencia. También está Beatriz, la íntima amiga que le acompaña muy de cerca en ese despertar adolescente. Silvana, Salvador y Beatriz formaron un triunvirato de consecuencias impensables
A partir del primer cuarto de la novela, aparece otra voz plana e insensible, incrustándose a modo de informe policial, que nos va narrando otra historia, en la que el lector se va encontrando datos que coinciden con lo que cuenta Silvana y que ocasionan el descubrimiento paulatino de ciertos hechos que tintan de terror los pasajes recordados. Ambos hilos narrativos se entrecruzan dejando señales de cómo se interrelacionan. Silvana está pasando por un crudo momento emocional y lo transmite con su forma de contar aquellos instantes tan románticos en su hallazgo del amor, mientras ese informe hace de contrapunto en estilo y contenido para ir moviendo la balanza de las sensaciones, sin llegar a equilibrarla en ningún momento.
Trata del amor y de la pasión en compañía del sexo, del abandono físico y emocional de los padres, del delito más execrable que puede producirse en este mundo y de la hipocresía social. Penetra en los bajos fondos y en las miserias del ser humano para desenmascarar un submundo con escenas escabrosas, unas de iniciación, otras repletas de un desprecio abominable. Denuncia cómo los estratos más poderosos son capaces de usar sin la menor empatía a otras personas para procurarse su bienestar.
En resumen, sus líneas revelan una historia intensa, desgarrada, que se sumerge en los impactos psicológicos que dejan unas relaciones familiares llenas de dureza, y en la que el lector vive con la protagonista su amor adolescente desde una viva y ágil narración que profundiza en la soledad y el dolor provocado por hechos lejanos que, aún treinta y tres años después, causan sentimientos contradictorios. Y el giro que le da a la historia la segunda voz deja huecos en la trama que deberán armarse en la propia imaginación de quien va bebiendo la historia…
Esta novela ha resultado ganadora del III Concurso Literario "El Trallo", convocado por la Comisión de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de Grisén (Zaragoza), edición de 2016.
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