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Prólogo de Una tal voz

Prólogo de Una tal voz

Este prólogo contiene menos de 333 palabras.  En el grupo literario 3d3, dedicado al relato breve, establecimos nuestros límites de extensión entre 333 y 999 palabras.  Más allá sería relato largo; menos, daría para microrrelato.  A pesar de que la teoría literaria no ha fijado una extensión determinada para el subgénero, asumo este criterio que muestra cohesión con el contenido mínimo, y resulta divertido por su repetición de cifra.  En numerología, 333 significa equilibrio, profundización y avance, que suena muy bien. Con el 3 también tiene que ver la cantidad de microrrelatos que el librito contiene, ya que son 33, mezclados en miscelánea con miradas a lo terrenal, etéreo y místico, con humor tenue que pretende liberarte de la posible presión mortificadora, sensual, esotérica o rutinaria que aspiran a provocar estos textos. Además, desde la fecha de creación del microrrelato más antiguo (1991) al más moderno (2024) han transcurrido 33 años.

Según Ángel Basanta, eminente crítico literario, es este el cuarto género narrativo, definido por una acuciante brevedad, concentración y economía de recursos, que se sustenta en la elipsis y en la sugerencia. Augusto Monterroso alcanza su mayor éxito con el famoso “Cuando despertó, el dinosaurio aún estaba allí”, siete palabras que han generado más estudios sesudos que cualquier novela con más de mil páginas.

Presento estas composiciones, revisadas y retocadas las que habían sido incluidas en algunos de mis libros y, por lo tanto, presentan novedades, y otras varias creadas desde nuevas perspectivas. Han llegado a esta confluencia por arte intuitivo y, queriendo buscarles un orden para la maquetación, se han agrupado de tres en tres para convertirse en once capítulos con su etiqueta a modo de título: entierra, fracaso, poder, posesión, soledad, introspección, humor, erotismo, inocencia, fantasía y esperanza. Su tránsito nos lleva desde el miedo (a la muerte) hasta el amor (nuestra esperanza).

Nota: la ilustración de portada del libro digital, que acompaña esta entrada, es obra de Emma Prades Maganto

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