Blogia
Molintonia

Bocaditos de cine

5º Bocadito de cine - Los santos inocentes, desde la España más dolorosa

5º Bocadito de cine - Los santos inocentes, desde la España más dolorosa

En este día que brilla como un sol en el calendario, hablaremos de la película de Los santos inocentes, que nació de la novela homónima de Miguel Delibes, prestigioso escritor vallisoletano, Premio Cervantes, entre otros, y que es el autor de literatura española contemporánea con más novelas adaptadas al cine, son doce hasta la fecha.

Pocas veces se ha conseguido en el cine español un realismo social más lineal, sobrio y sugerente como en este film de Camus, que se puede calificar de obra excepcional, por no decir obra maestra.

A pesar de que en el libro no aparece ninguna fecha que permita situar en qué año suceden los hechos, podemos suponer que ocurren en los primeros años 60, debido a la referencia que hace el señorito Iván al concilio (Vaticano II).

La obra está situada en alguna región española meridional limítrofe con Portugal (Salamanca, Cáceres, Badajoz,... ) El paisaje va mas allá de un mero escenario, es un mundo que influye de manera determinante en los personajes. Este mundo es el cortijo, símbolo y síntoma del latifundio, en él se diferencian dos partes, la zona construida en la que se aprecia la jerarquía social, los oprimidos viven en pequeñas casitas molineras y los opresores que viven en una gran casa y la zona sin construir un entorno natural en la que los inocentes están integrados y de la que los señores disponen a voluntad, como un objeto mas.

Camus, hizo con Los santos inocentes un trabajo prodigios., Después del reto que supuso la traslación al celuloide de La colmena, Camus quiso aventurarse con el texto de Miguel Delibes.  El escritor vallisoletano pergeñó un relato que presentaba numerosas dificultades de adaptación.

Hubo unos añadidos temporales, propuestos por el propio Delibes, para circunscribir las realidades de Quirze y de su hermana Nieves a un contexto más contemporáneo, el de una España que abrazaba la Transición y con ello una etapa de apertura, a la conquista de las libertades individuales y colectivas.

Mario Camus alteró el orden de algunos capítulos para otorgar un mayor relevancia a Azarías (un magistral Paco Rabal), presumiblemente uno de los retrasados mentales más recordados de la gran pantalla para el espectador español. Es proverbial el tratamiento del amor de Azarías, que parece expresarse únicamente cuando cuida de su urraca y de la «niña chica». Con la desaparición de ambas, su existencia pierde todo sentido y se refugia, en el recuerdo sin cesar de referirse a su «milana bonita».

Una expresión que paradójicamente tan sólo había sido reproducida una sola vez en el que iba a ser el guión definitivo de Los santos inocentes, pero Miguel Delibes sugirió a Camus que Rabal la pronunciara más veces. Aceptada la sugerencia, Mario Camus podría expresar su gratitud al escritor pucelano ya que esta escueta frase acompañaría para siempre a su versión cinematográfica y al nombre de Paco Rabal, quizás en una de sus últimos grandes creaciones para la gran pantalla.

Igualmente, Alfredo Landa desarrolla de manera magistral el papel de Paco, “el Bajo”, un hombre tan fiel que raya en el servilismo, convirtiéndose casi en un esclavo del mimado y caprichoso señorito Iván

Alfredo Landa le dice a un periodista: “Te voy a contar cómo me metí en Paco el Bajo. Hay que ir de dentro a fuera. Lo de dentro es lo que se siente, su esencia. Todo el mundo me decía que Paco era un personaje servil. Yo leía y releía la novela y pensaba que no, que el meollo de Paco era la bondad absoluta, incondicional, sin pedir nada a cambio. Paco profesa un amor incondicional hacía Iván, su señorito (...). Paco tiene el amor del perro hacia el amo que le maltrata. Está dando todo su amor a un ser inmundo, esa es la clave. Entonces es cuando, instantáneamente, empiezas a ir de dentro a fuera. Intentas concretar ese sentimiento en aspectos físicos visibles. Piensas: Paco ha de tener la mirada del perro cuando el amo le abandona en una carretera».

El festival de Cannes dio compartido a Paco Rabal y Alfredo Landa el premio de interpretación.  La película recibió el Premio Especial del Jurado en esa edición de 1984.

En fin, por éstos y otros muchos detalles de esta gran película, se puede decir que, a pesar de tantos agoreros que aún siguen creyendo que el cine tan sólo puede empeorar o, cuando menos, igualar sus referentes literarios, basta acercarse a Los santos inocentes de Delibes y pararse en el trabajo llevado a cabo por Mario Camus para rebatir este viejo aforismo. 

Te deseo paz y alegría serena.

4º Bocadito de cine - El laberinto del fauno, submundo mágico

4º Bocadito de cine - El laberinto del fauno, submundo mágico

En este día que brilla como una estrella en el calendario, hablaremos de El laberinto del fauno, la película más premiada del cineasta mexicano Guillermo del Toro.  Se rodó en el año 2006 y fue coproducida por el también mexicano Alfonso Cuarón.  Ganó nada menos que 71 premios y fue candidata a 38 más.  Los más importantes fueron tres Óscar, a la mejor fotografía, a la mejor dirección artística y al mejor maquillaje.  Fue nominada para película extranjera,  guión original y banda sonora.  También ganó 3 baftas y 7 goyas.

Fue rodada en San Rafael, un pueblo de Segovia y al principio salen las ruinas de Belchite, un pueblo aragonés bombardeado en la Guerra Civil española.

El argumento transcurre en el año 1944. Los maquis (resistencia contra Franco) han sido expulsados hasta el Pirineo aragonés. Carmen (Ariadna Gil) y Ofelia (Ivana Baquero), su hija de un anterior matrimonio, van a reunirse con el segundo marido, el capitán represor de los maquis (Sergi López), en el propio campo de batalla.  Carmen está embarazada y se desplaza para dar a luz junto al padre de su hijo.  Ofelia no es aceptada por su padrastro y vive refugiada en su mundo de fantasía. La crueldad del capitán con la resistencia franquista es extremadamente violenta. Ofelia, desde su mundo fantástico, pretende proteger a su madre y su hermano, pero un fauno le hace una revelación: es una princesa de otro mundo y debe pasar tres pruebas para poder regresar. 

Dos curiosidades de su diferente repercusión son:

  • Después de la primera semana del estreno en México, se tuvieron que poner avisos sobre la violencia explícita que contiene.  Fue censurada por ello en Malasia.
  • La película recibió 22 minutos de aplausos en el Festival de Cannes

Es una característica esencial y que merece la pena destacar que contiene una gran cantidad de símbolos arquetípicos que cuentan una historia paralela, una historia de iluminación esotérica a través de la iniciación ritual.

Del Toro la describió como una "parábola"

Al principio de la película, Ofelia es llevada ante un misterioso fauno con un ojo perdido. Ella encuentra el ojo y lo coloca nuevamente en su alvéolo. La importancia de los ojos en el simbolismo oculto se remonta al antiguo Egipto con el mito del ojo de Horus siendo restaurado por Toth. Al colocar de nuevo los ojos en su lugar, Ofelia restablece el equilibrio para embarcarse en su transformación alquímica.

El fauno se convierte en una especie de guía espiritual de Ofelia, A pesar de la monstruosa apariencia, en realidad es el único ser que entiende su deseo de "ser más"

Los laberintos, como el de la película, eran símbolos de las participaciones y las ilusiones del mundo inferior a través del cual se pasea el alma del hombre en su búsqueda de la verdad.

La primera tarea dada por el fauno a Ofelia es recuperar una llave de un sapo gigante que está sorbiendo la vida de una higuera en forma de matriz.  De esa higuera surge la reactivación de la femeninad oprimida y la búsqueda del volver a nacer.

Su segunda tarea es la recuperación de una daga del Hombre Pálido. Con una condición importante: No puede comer nada allí.

El hombre pálido se alimenta de niños, lo que es una referencia a la descripción de Goya de Cronos. Ofelia recupera la daga, pero come una uva grande y jugosa, que simboliza la riqueza acumulada. Esto despierta el Hombre Pálido, que incluye inmediatamente sus globos oculares en sus manos y empieza a perseguir a Ofelia.

Ofelia se las arregla para escapar del Hombre Pálido, pero ¿a qué costo?

El fauno se enfurece con Ofelia y la deja en la frialdad del mundo real. Poco después de la muerte de la madre de Ofelia, vuelve a aparecer el fauno, que le pide que le entregue al bebé para que pueda pincharlo con la daga y obtener una gota de sangre de él. Ofelia, que está protegiendo a su hermano con el cuerpo, se niega. En este punto, el capitán Vidal encuentra a Ofelia, le quita al bebé y le dispara.  Gotas de sangre de Ofelia entran en el laberinto, cumpliendo así la tarea final necesaria para su inicio: el sacrificio de sí mismo.

Mientras vemos a Ofelia ensangrentada en el suelo, ella también se muestra en otro reino, el inframundo, con el reencuentro con sus verdaderos padres, lo que simboliza el éxito de su iniciación.

Ofelia después se muestra otra vez tirada en el suelo con sangre, por lo que los espectadores se preguntan: ¿Esto realmente sucede o es todo en la imaginación de la niña? 

Emitido el viernes, 25 de julio de 2014, en Radio 5, emisión regional aragonesa

www.ivoox.com/bocadito-cine-n-4-el-laberinto-audios-mp3_rf_3349125_1.html  

Banda sonora: Nana para Mercedes:  https://www.youtube.com/watch?v=pKhD2mo1Rq0&list=PLC78C8A2C34F03196&index=21

3er. Bocadito de cine: Carlos Saura, cineasta profundo

3er. Bocadito de cine: Carlos Saura, cineasta profundo

En este día que brilla en el calendario, hablaremos de Carlos Saura, importante director cinematográfico aragonés,  ha filmado 40 largometraje, 3 cortos y 2 documentales.  16 de esos trabajos han recibido galardones de relevancia, como los 13 Goyas de ¡Ay, Carmela. Igualmente, ha recibido más de 20 reconocimiento a su obra global o trayectoria en países tan dispares como Argentina, Italia o la República Checa.

Estos son los principales argumentos que reconocen a Carlos Saura con el calificativo de maestro para incluirlo en esta sección.

Nació en Huesca, el 4 de enero de 1932 Hijo de un abogado y una pianista. Carlos se enamoró de una niña a los ocho años y como era muy tímido le cogió la cámara a su padre para hacerle una foto a escondidas y mandársela más tarde con un corazón. La niña nunca le contestó a su mensaje pero fue el primer paso para seguir haciendo instantáneas. A los 18 años ya expuso sus fotos en la sociedad Fotográfica de Madrid, e incuso, llegó a recibir una invitación para colaborar con la revista “Paris Match” A pesar de su talento para la fotografía, se decidió a estudiar dirección cinematográfica abandonando la carrera de Ingeniería Industrial

Ha tenido siete hijos con tres mujeres diferentes, una de ella Geraldine Chaplin, hija del mítico Charles Chaplin.

La obra cinematográfica de Saura ha sido agrupada y calificada desde muy diferentes enfoques, lo que demuestra su propia variedad y eclecticismo, sin que ello signifique que no puedan encontrarse temas reiterados e intenciones constantes que pretende trasladar a los espectadores.

Como no es posible profundizar en todos y cada uno de sus temas, me voy a permitir algunos de ellos para destacar así la relevancia de este enorme artista.

Puesto que comencé a conocerlo con su película Cría Cuervos, rodada en 1975, diré que importantes estudiosos la señalan como el fin de su primera época, y que si hubiera dejado de rodar en ese momento, con 43 años ya habría pasado a la historia del cine español por títulos como La caza, Peepermint Frappé o La prima Angélica.

No puede hablarse de Saura sin referirse a sus obras incluidas en el género musical, aportándole una nueva y fresca visión.  Destacan de entre ellas la trilogía flamenca: Bodas de sangre, Carmen y El amor brujo, en colaboración con el gran bailarín español Antonio Gades.  Saura introduce el flamenco en el cine, como más tarde hará con el tango, en su película de ese nombre: Tango.

Para abundar en la rica versatilidad del cineasta, contaré que ha realizado cuatro películas policiacas: ¡Dispara!, Taxi, El séptimo día, y Deprisa, deprisa.

Carlos Saura, como tantos artistas coetáneos suyos, mostró especial interés por indagar en la guerra civil española, pero también toca una visión compartida con su maestro, otro aragonés, Luis Buñuel, que es el tratamiento de los marginados, por los que siente una especial fascinación, aunque evita presentarlos como seres obligados a rebelarse.

Y precisamente otra característica de su obra son sus referencias a Luis Buñuel. Saura también bucea por surrealismo y por los mundos oníricos, se mueve por la confusión entre lo recordado, lo soñado y lo imaginado.  Esos límites ambiguos son la huella de Buñuel en Saura, lo que el oscense explicó emocionadamente al de Calanda en la carta que le escribió a modo de despedida con motivo de su fallecimiento en 1983:

Me gustaría decirte –escribe Saura- cuánto me inquietan esas imágenes, ese sueño terrible de carne que se desplaza, carnaza sin vida, carne muerta… y  esas irrupciones de personajes ocasionales que aparecen y desaparecen para contarnos cualquier historia infantil: el pasillo de la casa materna, la luz amarillenta, los armarios llenos de misterios, las luminosos puertas del final de un corredor… Lo hemos soñado juntos, seguramente… ¿o acaso es verdad lo del “ruido de los pensamientos” que decían los místicos?.

Saura, en una entrevista realizada en 2011, cita a Borges como inspirador cuando el entrevistador le pregunta cómo le gustaría que se le recordara:

No tengo ningún interés en que se me recuerde por mi obra –dice Saura-, para eso están otras personas, si es que les interesa lo que hice. He hecho más de 40 películas y soy único responsable de ellas, tengo 7 hijos, miles de fotografías, dibujos, discos, escritos y más de 600 cámaras fotográficas. Ese sería quizás el resumen de mi vida. Borges lo dijo así: “Un hombre se propone la tarea de dibujar el mundo.  A lo largo de los años puebla el espacio con imágenes de provincias, de reinos, de montañas, de bahías, de naves, de islas, de peces, de habitaciones, de instrumentos, de astros, de caballos y de personas.  Poco antes de morir, descubre que ese paciente laberinto de líneas traza la imagen de su cara.”

Te deseo paz y alegría serena.

¡Hasta pronto!

(Emitido en Radio 5, el día 18/7/2014)

http://www.ivoox.com/bocadito-cine-n-3-carlos-saura-cineasta-audios-mp3_rf_3331045_1.html

2º Bocadito de cine: El cine con el cine / Cinema Paradiso

2º Bocadito de cine: El cine con el cine / Cinema Paradiso

En este día que brilla en el calendario, hablaremos del mayor homenaje que el cine le ha hecho al cine: Cinema Paradiso, una película del director italiano Giuseppe Tornatore, estrenada en 1988, y que obtuvo poco éxito en Italia, por lo que se redujo su metraje en 32 minutos y, en cambio, después ganó 22 grandes premios, entre ellos, el Óscar a la mejor película de habla no inglesa, y se ha convertido en un clásico imperdible.

Se trata de un drama sentimental ambientado en la Italia de la postguerra que discurre a la par que el protagonista, Totó, interpretado por Salvatore Cascio de niño, Marco Leonardi de adolescente y Jacques Perrin de adulto, va creciendo para pasar de ser un ayudante de cabina en un cine de pueblo a un afamado director de cine.  Con diferentes flasback, el guión nos lleva a conocer la relación especial que se crea entre el pequeño aprendiz y el entrañable operador, Alfredo, magistralmente interpretado por Philippe Noiret, que se convierte en el tutor del niño, a falta del padre, y le recomienda que huya del pueblo para no quedar reducido a la nada.  Totó, desengañado por un abandono amoroso, le hace caso, y así se convierte en lo que siempre ansió cuando visionaba las antiguas películas censuradas por el cura del pueblo, quien iba pidiendo que cortaran todas las escenas subidas de tono, sobre todo aquellas en las que los protagonistas se besaban.

El guión tiene variados resortes que enganchan al espectador por la parte más emocional, con una banda sonora deliciosa, de Ennio Morricone, y un entorno fantástico de aires mediterráneos.  En la versión inicial, la de 153 minutos, la secuencia eliminada de mayor duración narra un encuentro entre Elena, el amor adolescente fallido, y Totó, en el cual el ya director de cine se entera de que ella quiso volver a él, pero fue precisamente Alfredo quien detuvo esas comunicaciones para evitar que el muchacho cortara sus alas.  Quizá con esta escena, todavía cobra más fuerza el tono moralizante dado a la historia, al presentar a Totó como un hombre triunfador en su profesión, pero fracasado en el amor y en la vida.

La secuencia final, queda como una de las secuencias más recordadas de la historia del cine.

Cinema Paradiso es el nombre del local de cine que se construye en Giancaldo, un pueblo de Sicilia, y que se convierte en uno de los protagonistas principales de la película.  A lo largo de los cuarenta años contados, pasa por diferentes fases de crecimiento, esplendor y decadencia, hasta ser dinamitado. 

Tornatore trabaja de manera excepcional la relación entre Totó y Alfredo, en una relación de amistad paternal, de tutoría.  La narración en flashback proporciona un ritmo narrativo que nos transporta plácidamente hasta el clímax final con ese rostro de Totó marcado por el recuerdo, lleno de lágrimas por aquello que tuvo que dejar atrás para ser quien es.

 Aparecen multitud de elementos insertados en la historia, como el poder de la Iglesia, la censura, la educación, las relaciones familiares o la emigración en busca de un futuro mejor.  Puede afirmarse que es un film sobre los sentimientos que provoca un viaje de cuarenta años por la vida, un viaje que tanta gente de esa generación ha realizado, con más o menos éxito, pero siempre con el desgaste personal que supone abandonar tus raíces.  Con Totó nos damos cuenta de lo verdaderamente difícil que es romper con el pasado, que siempre nos acompañará y que, además, nos salvará del abandono emocional.

Y dentro de Cinema Paradiso, como si en su gestación alguien ya supiera que podría convertirse en el clásico que es, encontramos guiños a grandes películas, como “La diligencia” o “Ladrón de bicicletas” y aparecen actores como John Wayne, Charles Chaplin, Marilyn, Clark Gable…  Con ella, revisamos, recordamos, revivimos la pasión por el cine y lo volvemos a colocar en el lugar que realmente le corresponde como hacedor de fantasías que nos hacen la vida mejor.

Cinema Paradiso se basa en la nostalgia, en las añoranzas, en la vuelta al calor materno, no sólo de la madre, sino del entorno que nos cobijó en nuestro crecimiento para salir al mundo, y así reconocerle el valor que presenta en nuestro bagaje existencial.

Quiero terminar esta crónica recordando tres secuencias que todavía me estremecen:

-cuando anuncian a Salvatore que Alfredo ha muerto

-cuando visita el cine abandonado, ve la gárgola con su boca abierta, sube a la cabina y acaricia los celuloides que aún cuelgan por ahí.

-y el momento en que su madre, le dice tiernamente: “Cuando te telefoneo siempre responden mujeres distintas, pero hasta ahora no he oído una voz que te amara de verdad. Lo habría entendido, ¿sabes?”

Te deseo paz y alegría serena

Hasta pronto.

http://www.ivoox.com/bocadito-cine-n-2-cinema-paradiso-audios-mp3_rf_3309043_1.html  

(emitido por Radio 5, sintonía aragonesa, el 11 de julio de 2014)

1er. Bocadito de cine: Edmunda y Manolo, estrellas de cine

1er. Bocadito de cine: Edmunda y Manolo, estrellas de cine

     Es un día muy especial que brilla en el calendario, y en este primer programa de Bocaditos de cine, me voy a permitir contar una historia de un muchacho que aprendió de muy joven a ver cine.  Era el nieto de una señora llamada Edmunda que trabajaba como “guardiana de tocador” en el teatro Argensola, hoy desaparecido y que se ubicaba en el paseo de la Independencia de Zaragoza, en la esquina con la calle Zurita.  Aquella señora cuidaba de que los caballeros no se equivocaran al entrar al baño en invadieran el de las damas, a quienes les proporcionaba algún producto de aseo a cambio de una propina que caí sonando en una bandejita metálica.  Ese muchacho acudía de la mano de su abuela para pasar la tarde viendo películas en blanco y negro, ya fueran de Tarzán género de moda entonces, o Walt Disney, a veces con el privilegio de tener todo el anfiteatro para elegir butaca de entre todas aquellas de terciopelo negro, hasta que venía su madre a buscarlo.  Como entonces el cine era en sesiones fijas, podía ver dos veces seguidas aquellas aventuras, de 5 a 7 y de 5 a 9.  Allí se hizo amigo de los señores del bar, Sagrario y José, se dejó perseguir por un acomodador que le gritaba como si fuera un ogro, mientras miraba hacia las tramoyas que tanto miedo le daban.  Y su abuela Edmunda, conociendo los sueños del nieto, le conseguía autógrafos de los artistas que para las fiestas del Pilar hacían función en el teatro: Zori, Santos, Paco Martínez Soria, Vicky Lusson, una Rocío Jurado jovencísima. Carmen Morel y Pepe Blanco, Alfonso del Real… y nada menos que Antonio Machín, con unas maracas de regalo.  Le contaba su abuela que Paco Martínez Soria era muy exigente, pero que sus obras había que venir a verlas varias veces, porque era tal su creatividad, que se inventaba chistes de una sesión para otra, desconcertando a sus compañeros, que a veces no sabían por donde seguir.  También te ponderaba la simpatía de Zori, la apostura de todas las vedettes y el mal genio de algún director cuyos gritos se llegaban a oír desde la calle.

    Su abuela se jubiló cuando tenía diez años, pero su tía ya se había casado con un operador de cabina de la empresa Parra de Zaragoza, y como era el sobrino preferido, este hombre, que trabajaba haciendo los turnos de fiesta a sus compañeros, se lo llevó por aquellos cines Dorado, Palacio, Fleta, Goya, Avenida, Coliseo, con grandes cabinas de dos máquinas para proyectar, al modo de las que Alfredo manejaba en el Cinema Paradiso.  Por cierto, que a su tío Manolo se le daba un aire a Philippe Noiret.  Le gustaba ver el cine por la ventanita de la máquina que no proyectaba en ese momento, y así, como no podía oír el sonido de la película por el enorme ruido de los proyectores, se imaginaba los diálogos o los repetía si era una escena de las que había llegado a saberse de memoria.  Y algunas mañanas, te dejaba acompañarle para preparar las películas que llegaban en rollos pequeños que facilitaban el transporte y había que pasarlos a otros más grandes para proyectar.  Aprendió a no mirar al interior de la máquina cuando estaba abierta porque la bombilla era tan potente que podía cegarle la vista.  Y supo que la principal habilidad del operador radicaba en que cuando un rollo terminaba, había que cambiar la proyección de máquina consiguiendo que allá abajo en la sala nadie se diera cuenta del cambio.  No había mayor fracaso para un operador que el público comenzar a silbar hacia la cabina por algún problema  de proyección, como mal enfoque, cintas ralladas, sonido desacompasado…

    Con el tiempo, a ese muchacho también le gustó contar historias, hacer guiones, y hasta participar en el rodaje de  algún cortometraje, para seguir amando este arte lleno de magia y fantasía.

  Sirva esta presentación de los Bocaditos de cine que periódicamente te acompañarán para homenajear a esos participantes de la función que sólo escuchan los aplausos, las risas y los llantos desde detrás de las pantallas: taquilleros, acomodadores, operadores… y guardianas de tocador.

    Te deseo paz y alegría serena.

 

https://www.youtube.com/watch?v=Bw08rTPYyik&feature=youtu.be

(emitido el 4 de julio de 2014)

Bocaditos de cine en Radio 5

Bocaditos de cine en Radio 5

El pasado viernes se emitió el primer programa del espacio "Bocaditos de cine", en la emisora regional aragonesa de Radio 5 y que se repetirá semanalmente ese mismo día, a las 9:35 AM.  Son comentarios sobre cine: películas, directores, guionistas, actores, festivales, premios... durante siete minutos.  Incluiré en este blog los audios y los textos.

Cuento con el respaldo de la escuela de cine Un perro andaluz, dirigida por Leonor Bruna, y con la colaboración de la tertulia Habladores de cine, coordinada por Vicky Calavia.