Adiós, mi vida
La soledad me lastima en la entraña inexorablemente, con dureza.
Estoy acariciando mi revólver y su imagen se agarra a mí.
Lo conocí en el autobús.
Me miró dulcemente.
Me siguió en silencio.
Me enamoré de su boca.
Le dije ven a mí, ven.
No puedo vivir sin él.
Follamos, sí, por fin.
Ya no va en mi autobús.
No lo he vuelto a ver.
Lo mataría sin más.
Tengo mucha tristeza.
Ya me voy, amor.
Adiós, mi vida.
Adiós mi vida.
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