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...sobre mis obras

En la trastienda de Nada es como tu nombre

En la trastienda de Nada es como tu nombre

Van aquí algunos comentarios sobre el cómo se hizo, además de ciertos aspectos internos de los relatos, que no son fácilmente apreciables.

 

  • Todos los relatos abarcan un período largo, incluso varios de ellos, toda una vida.
  • Hay un empoderamiento de la mujer, ya que siempre aparece como guía espiritual del hombre.  Todos tienen voces de mujer directas o indirectas.
  • Alquimia de amor y Amores largos tienen ubicaciones concretas, en Zaragoza ambos.  La casa de la india se ambienta en el barrio de Montemolín, de Zaragoza, sin nombrarlo. Los otros cuatro no tienen entorno definido, aunque en el Zayn hay alguna referencia geográfica.
  • El bloque de relatos es de seis, más uno de cierre.  El último quedaría fuera del ciclo que se completa entre el primero y el sexto, con inicio y final de experiencias que parten de una experimentación sexual del amor y finalizan con una esperanza de reconsideración para vivir en el amor.  Ese último relato sirve como colofón porque es muy intimista y revelador de la intención general del libro: presentar la relación pareja como escuela de vida y crecimiento personal.
  • El título suena como un halago o un piropo, y puede ser usado de hombre a mujer y de mujer a hombree.
  • Son ‘cuentos inauditos’ por su contenido fuera de lo común en relaciones de pareja. Y es lo mismo ‘de amor’ que ‘de enamorados’.

Ciertas claves ocultas:

  • Zayn es el primer cuento de 7 y el Zayn es la séptima letra del alfabeto hebreo.  El último cuento del ciclo se titula precisamente La vida en siete.
  • ¿Cuántas veces se nombra Montemolín en el libro? Aparece como entorno en dos cuentos.  Directamente citado en Amores largos. Indirectamente en La casa de la india, en la que el bar donde se produce la entrevista sería el bar Didí, esquina Francisco de Quevedo con Miguel Servet.  También el barrio origen de las tres protagonistas de El Zayn sería Montemolín.
  • Otro escenario repetido es el parque Grande José Antonio Labordeta, que aparece en Alquimia de Amor y Amores largos.
  • Los nombres de los padres en Amores largos son los nombres de los míos, Gregorio y Josefina.  En la fecha de nacimiento de Josefina, he puesto la que fue de su hermana, mi tía Pili
  • La estructura temporal en tres etapas de Alquimia de Amor responde a una relación real que he tenido en mi vida.
  • En Esther cuenta uso la voz novelada de mi mujer.

Y ahora, detalles cuento a cuento de la inspiración que me llevó a contar lo que cuento:

Sobre El Zayn...

Una mujer de 83 años escribe un email a su hermana. Esa es la voz, en primera persona para dar cercanía y emotividad a la revelación de secretos sobre Lola -sobrina e hija de emisora y destinataria, respectivamente, de ese correo electrónico- y que empieza a suceder en sus primeras líneas.

Trabajé con dos recursos que me parecieron apropiados: tía y sobrina son escritoras de renombre, lo que me permitió usar un lenguaje depurado que fuera más creíble en esas voces; y la forma epistolar también permitió incluir textos de otros correos a la tía de la sobrina/hija, personaje ausente de ese flujo epistolar, siendo la protagonista.

Finalmente, recurrir a ese mito literario que es Borges y su Aleph, me proporcionó un hilo argumental sólido en homenaje a su maestría.

Hay varias historias en una que abren puertas a imaginar cómo creció Lola, cuál fue la relación con su madre, ¿y con su padre? Además, ¿quién no ha tenido o conocido esa tía que une roles de consejera, amiga y segunda madre?

Sobre Alquimia de amor...

 

Este relato marca un entorno que conocí de cerca, la Ciudad Jardín de Zaragoza, y define una relación de pareja que se produce durante cuatro encuentros a lo largo de toda una vida. Los toques mágicos se presentan en forma de predicciones y referencias a un libro que da título al relato.

 

Sobre La casa de la india...

Nos lo trae la voz de un periodista que va a realizar un reportaje sobre un barrio, y se encuentra con un anciano triste que le cuenta su gran historia de amor en la casa de la india, donde las prácticas sexuales recibían un tratamiento especial.

¿Alguien ha conocido una academia especializada en erotismo y placer? ¿Puede el contacto sexual llevarte a otros planos, a otras dimensiones?

Sobre Amores largos...

En una conversación en la comida anual de Navidad con mi prima Susana, que vive hace infinidad de tiempo en Castellote, aunque proviene de Ricla y estudió en Zaragoza, empecé a pensar en una novela inspirada en el Maestrazgo turolense, del que ella y su marido, Javier Oquendo, son fervientes divulgadores. Además, la idea se mezcló con una subtrama que quería incluir en mi futura novela Los honduras de Montemolín, basada en hechos biográficos de mis padres. Así nació lo que se quedó en relato extenso: Amores largos, corazón del libro Nada es como tu nombre.

En él, un anciano de 80 años, ya con su adiós a esa vida, desvela a su hijo secretos de familia, recreando sus recuerdos al modo de un testamento sorprendente.

Sobre La otra y yo... 

La idea del multiverso no es exclusivamente mágica. La mécánica cuántica ha sido capaz de demostrar determinadas circunstancias en las que puede ser posible. A partir de ahí, especulemos, creamos, creemos, fantaseemos. Así lo ha hecho la literatura con autores tan reconocidos como Borges, Bioy Casares, Lovecraft, Asimov... cada uno con diferente objetivo del recurso.

Una mujer nos cuenta a doble párrafo, a doble voz, dos historias propias que dice haber vivido, una escapando con su amado, otra permaneciendo junto a su padre. Dos formas de amor, ¿a la vez? ¿Cuál es la real? ¿Una, las dos o ninguna?

Sobre La vida en siete...

La vida en siete es el sexto relato de Nada es como tu nombre. El siete es un número mágico que se repite a lo largo del libro como mantra y sortilegio. En este caso, como cierre del ciclo de seis relatos (el séptimo tiene historia aparte, ya te contaré), un enamorado nos llena de sus sentimientos en tres etapas de su vida, separadas entre sí por múltiplos de siete años para que conozcamos su amor, su dolor y su reflexión.

Sobre Esther cuenta...

El séptimo relato, Esther cuenta, está fuera del ciclo que forman los otros seis porque la idea nació mucho antes, la planifiqué como novela, inspirada en Mortal y rosa, de Francisco Umbral, y en La hora violeta, de Sergio del Molino, pero finalmente, creo que por cuestiones emocionales, se quedó en el relato tal como aparece en el libro. Ya sabes que está basado en mi relación con Esther (1963-2015), mi pareja y esposa durante veintitrés años.

Toma la voz de una mujer que habla desde su desencarnación, haciendo un paseo por los recuerdos de su vida con Eduardo, su marido, pero deteniéndose especialmente en esos momentos duros de discusiones y quejas y desencantos, para expresar sobre ellos una visión diferente y creadora de superación y esperanza.

En todos los relatos, y lo confirmo en este segundo, he pretendido crear una suerte de diálogo entre narrador y lector, que va implícito en lo que se va contando, ya que el modo epistolar favorece una comunicación más fresca y directa, íntima, en el que quien lee se inmiscuye haciéndose partícipe de una información confidencial, que le genera interés por la historia y por los protagonistas.

Sinopsis y resumen de cada cuento de Nada es como tu nombre, con opiniones de lectores

Sinopsis y resumen de cada cuento de Nada es como tu nombre, con opiniones de lectores

El impacto del amor en los enamorados diseña el vínculo para estos siete relatos, que destapan los resortes ocultos que nos empujan a la búsqueda y a la creación o destrucción de la vida en pareja, suspirando de pasión, apego, idolatría, sensualidad y ternura.

Creados con recursos del realismo mágico o de la literatura fantástica, entran y salen de un mundo rayano en lo extraordinario como proyección del amor convertido en (única) esencia de la espiritualidad.  Contienen elementos de discusión abierta como el amor en la infancia basado en sentimientos sólidos, la prostitución con valor humano y divino, la desmitificación de la madre maravillosa, las relaciones entre padre e hija, la existencia del alma gemela, la sublimación sexual para conectar con otros planos, los universos paralelos, la misión en esta vida, los deberes kármicos... la pareja como maestra.

Siete cuentos de amor y enamorados nos muestran otras realidades, que orientan y delimitan las relaciones como expresión del amor universal y su contribución a que los seres humanos comprendamos que nada está separado de la totalidad.

Había amado y, a través del amor, se había encontrado a sí mismo. La mayoría ama para perderse.

Hermann Hesse, en Demian

 

Los contenidos de cada relato son: 

1. El Zayn (el Zayn es un punto superior a El Aleph de Borges, al que incluye, porque aglutina todos los amores del mundo): el relato habla de la relación entre hija y madre, de las relaciones de pareja como enseñanzas de crecimiento, de la normalización del sexo fuera de tabúes... 

La zayn o zayin es la séptima letra del hebreo. Equivale a la letra fenicia zai. En gematría (numerología hebrea) representa el número siete.

Un mujer se dirige por escrito a su hermana, ambas distanciadas física y emocionalmente desde hace muchos años, para llamarle la atención sobre un momento delicado que está pasando la hija de la segunda.  

El relato plantea un proceso circular de la protagonista, Lola (hipocorístico de Dolores) por la tipología de relaciones amorosas, que inicia con un amor puro de infancia, pasa por el enamoramiento voraz, el desengaño, la promiscuidad, el desenfreno, la unión espiritual y culmina con el hallazgo del Zayn.

2. Alquimia de Amor: trata del amor en la infancia, de las almas afines o gemelas, de la vivencia del amor predestinado, de las herencias de deberes kármicos... 

Con tres voces diferentes, esta historia de amor está contada como una relación de amor, apego, con dolor y traición, de una pareja que así se reconocen ya desde niños, que reinician hasta en tres ocasiones, pero que no cuaja... 

Esta relación, con tres fases muy diferenciadas como intentos de crear una unión que parece predestinada, refleja que el libre albedrío dentro de la dualidad influye, en este caso negativamente, para retrasar una culminación del amor.

3. La casa de la india: presenta la prostitución como oficio y transmisión de enseñanza erótica, del sexo para conectar con otros planos... 

Un periodista se desplaza a un barrio periférico para realizar un reportaje y se encuentra con un personaje peculiar que le cuenta que allí hubo una casa de citas.  

Se plantea, más que una relación, que también la hay, una propuesta de enseñanza del sexo, evolucionando desde la búsqueda de la igualdad en el placer hasta la sublimación de la unión carnal.

4. La otra y yo: habla de los universos paralelos, el apego familiar, la liberación femenina... 

La protagonista ofrece dos relatos casi idénticos de dos realidades que parecen suceder al unísono, uno de ellos huyendo con su enamorado y otro renunciando a ese amor con la entrega incondicional al servicio de su padre.

Ambientado en un momento antiguo, podría ser entre los siglos XV y XIX, muestra el debate interno entre el amor al padre y el amor a la pareja.  Podría decirse que está creado desde El jardín de los senderos que se bifurcan, de Borges, por la protagonista que ha llegado al cruce del sendero de sus dos historias paralelas

 5. Amores largos: trata de la misión en esta vida, de los padres como maestros, del amor para siempre... 

El hijo narra lo que su padre, cerca ya de su muerte, le descubre sobre la relación auténtica que tuvo en su matrimonio. Va mostrando hechos en los que se revelan aspectos de la familia que no conocía, y que, junto a sus reflexiones, lo colocan en un inicio de misión, que finalmente comienza a reconocer.

Contiene partes reales de la historia de mis padres, llamados como los personajes, Josefina y Gregorio, así como un guiño a García Márquez, por la ascensión de Josefina (aunque no supone su muerte), como la de Remedios, la bella, en Cien años de soledad.

6. La vida en siete: presenta la pareja como maestra de vida, con la reflexión de que el exceso del conocimiento sin profundizar en la sabiduría que nos proporciona mediante la práctica diaria, no sirve para avanzar. 

Primera parte, de tres: un joven muy pedante comienza contando la perfecta relación que está teniendo con su pareja, expresando la invariable conclusión de que se ha convertido, junto a su enamorada, en los elegidos como modelo de amor. 

Segunda parte, veintiún años después: cuenta cómo ella le ha dejado, con un desgarro profundo y una decepción sangrante. 

Tercera parte, catorce años después: ella le ha enviado un mensaje para verse de nuevo y él reflexiona con madurez sobre aquella historia que vivieron y las enseñanzas de la vida que le ha dejado; parece que la relación, ahora sí, puede continuar.

7. Esther cuenta: también habla de la pareja como compañía para el aprendizaje, del tránsito a otros planos, de la declaración y reconocimiento del amor... 

Desde ya la otra vida, contándolo en modo carta a su marido, Esther hace balance de la relación, reflexionando con una visión trascendentes de los episodios que tuvieron que pasar juntos, de lo que supuso su maternidad, de sus discusiones y su aprendizaje, de sus reconciliaciones y sus enseñanzas, de su enfermedad, cáncer, que le llevó a la muerte... y cómo la vivió, y cómo le está esperando para recibirlo y acunarlo... Quizá ya esté él en ese tránsito.

Parte de mi propia historia, aunque novelada.  Esther fue mi segunda esposa, que falleció de cáncer de pulmón en 2015.  Contiene reflexiones que hicimos juntos al final de su vida, pero que están tratadas como si fueran transmitidas después de su muerte.

OPINIONES DE LECTORES

"He leído el primer relato, me ha cautivado, tienes un verbo suelto, poético, no tienes inhibiciones lo cual se agradece, lo escrito en cursiva es especial, es prosa poética, tienes una sensibilidad hacia la mujer difícil de encontrar en un hombre."

"Tienes un conocimiento del ser humano sorprendente, y una sensibilidad digna de las grandes personas. Subrayaría muchas frases en las que me reconozco."

"Se adivina que hay parte de autobiográfico, pero has añadido tu sensibilidad, muy femenina."

"Me reconozco, pero te advierto, solo los elegidos lo vamos a disfrutar. Los dos últimos relatos son conmovedores."

"ENHORABUENA, me ha gustado mucho. Es como un tesoro para guardar en nuestro interior."

"Es muy delicado el trato que le das a la mujer. Aparece siempre como maestra."

"Hace reflexionar sobre tus propias relaciones de pareja. Me ha hecho aprender."

"Muy emotivo, a veces desgarra, otras emociona. Ningún relato te deja indiferente."

"...un excelente libro, escrito con sabiduría, conciencia y Amor."

“Un viaje hacia el Amor mayúsculo, el que nos hace crecer, sentir, aprender y encontrarnos. Un libro lleno de belleza, ternura, verdad y conexión. Que energía más bonita, José Antonio”

“Ya me vine a casa el otro día leyéndolo por el camino! Tiene una vibración tan especial...que engancha de inmediato. Es muy emocional y se nota que está escrito con mucho cariño, sensibilidad y generosidad.  Enhorabuena, Jose Antonio, es un libro muy bonito!”

Reseña de Los últimos catorce años, por Fernando Gracia, en Heraldo

Reseña de Los últimos catorce años, por Fernando Gracia, en Heraldo

Los años a los que se refiere el autor son, curiosamente, los primeros catorce años de su vida, los que van desde su nacimiento a la muerte de Franco.  Pero no es una novela política, sino un ejercicio de memoria para recordar y contar a los demás lo que fue la vida de un muchacho normal y corriente, uno de esos que se mueve entre nosotros, uno que podría haber sido cualquiera de sus lectores.

Es en la verdad que desprenden todas y cada una de las páginas de este libro donde el lector encuentra el mayor de los méritos de esta hermosa novela.  Con una prosa aparentemente sencilla, el autor-protagonista se desdobla y por un lado nos cuenta sus andanzas y por otro lado –utilizando la letra cursiva- sus reflexiones.

De esta guisa podría decirse que con lo primero se convierte en narrador y con lo segundo hace literatura.  Todo ello sin ponerse demasiado exquisito, pegado a la tierra aunque nunca descendiendo a lo vulgar.

Como poeta que es José Antonio, lo que he podido comprobar en más de una ocasión, su libro destila poesía, una poesía sencilla, pero no facilona y, en todo momento, humanidad.

Su barrio, Montemolín, que ya fue el escenario e incluso el “leit motiv” de obras anteriores, está presente a lo largo de la medida duración de libro.  A la manera de los grandes escritores que reflejaron el mundo de la infancia y primera adolescencia, consigue trascender el aparente carácter localista de sus andanzas y hacer que en muchos momentos de la lectura nos sintamos identificados con el autor, a pesar de que nos puedan separar unos cuantos años de edad.

José Antonio Prades maneja estupendamente el vocabulario de la época, pone a prueba su magnífica memoria para contar cómo se vivía en aquella España de no hace tanto tiempo, y en todo momento mantiene una mirada amable, comprensiva y siempre humanista hacia un tiempo que, como dijo el poeta, constituye la auténtica patria de cada uno.

Con buen criterio coloca en la portada una hermosa fotografía de sus padres en la plaza del Pilar.  Su familia aparece retratada con precisión, sin acritud, en una palabra: con amor.  Porque en el fondo, este libro no ha parecido sino un acto de amor hacia sus progenitores, un acto que mucho podemos suscribir, porque en muchos aspectos, el leerlo es muy probable que el lector esté viendo a los suyos propios.

Reseña de Embrujo de mujer en Letralia

Reseña de Embrujo de mujer en Letralia

Amor, dominación y ser, la propuesta que José Antonio Prades hace en su novela Embrujo de mujer

Letralia lunes 5 de agosto de 2019

 

Embrujo de mujer
José Antonio Prades
Novela
Asociación 3d3 LiterArt
Zaragoza (España), 2019
ISBN: 9781074080068
310 páginas

Disponible en Amazon

 

Toda mujer ha soñado ser seducida por un don Juan, aunque sólo fuera para odiarlo después. La frase anterior es del escritor español José Antonio Prades, autor de la novela Embrujo de mujer, una historia de amor, placer y dominación, con un guiño de locura, en la que el creador evoca a la figura del don Juan en un joven que experimenta una transformación profunda durante meses, luego de quedar prendado de una mujer superior a él.

Pero, ¿superior en qué sentido? Responder a esta pregunta es, justamente, dar con una buena parte de la esencia de esta obra: la mujer en Prades es creada con toques de hechicería, con un erotismo que pasa los límites de lo común (de lo que, ahora mismo, puedas imaginar), y se convierte, entonces, en un verdadero impedimento en los objetivos del chico, el protagonista, quien a pesar de estar con once mujeres, no logra dejar de sentirse poseído por esa mujer que le robó el corazón.

¿Embrujo de mujer es una historia de amor? Confiamos en que el propósito del autor va mucho más allá, y de ahí viene el cuidado y la investigación que dedicó por años para crear esta historia en la que, con total humildad, rinde tributo a otros creadores, algunos de ellos: Gonzalo Torrente Ballester, Byron, Mozart, Molière, Tirso de Molina y José de Zorrilla.

Lee también: José Antonio Prades y la literatura desde adentro.

El autor tiene varios proyectos en desarrollo pero Embrujo de mujer fue la primera novela a la que decidió colocarle el punto final. La llevaba en mente desde hace varios años y tuvo que transitar un proceso de evolución hasta que, al fin, estuvo lista.

“Corría el año 1988 con dos antecedentes a la idea de esta novela: el relato ‘Una rubia platino’ y el artículo ‘Los gritos de un milano’, que entonces se titulaba ‘Los fantasmas de Ligüerre’”, cuenta Prades. Como novela estuvo terminada en el año 1991.

“Ocupé año y medio a estas páginas”, continúa el autor, “desde el último trimestre de 1989 hasta el primero de 1991. Mucho de ese tiempo dedicado a leerme más y más veces el Don Juan de Torrente Ballester… Ha sido una novela que ha sido trabajada y trabajada, corregida hasta la saciedad, incluso, tiene otra versión que ambienté en Madrid” (la publicada se recrea en Zaragoza, ciudad natal del autor).

 

Una novela para comprender al amor

Quien se sumerja por estas más de doscientas páginas de palabras, amor y placer, no sentirá otro impulso que leer hasta el final. El lector, desde una posición curiosa que, por momentos, podría tornarse insaciable, buscará tomar bocanadas del delirio y la entrega expuestas de forma explícita en toda la historia, respondiendo de manera positiva a las intenciones del autor, que no busca otra cosa que cautivar y explorar a sus personajes, y a quienes se dejan envolver por éstos.

Cuando lo anterior sucede, el embrujo deja de pesar sobre los hombros de un solo hombre (el protagonista) y se vuelve más un deseo grupal, algo que a todos pertenece.

“Puede ser el tránsito de cada uno de nosotros ante las luces del amor y los destellos del erotismo, ante las encrucijadas que los acontecimientos inesperados nos colocan en el camino”, expresa el autor con relación al final de esta historia.

Con Embrujo de mujer, José Antonio Prades (también autor de obras con temáticas más íntimas y a la vez históricas como Los últimos catorce años, una novela en la que narra cómo él y su familia vivieron los últimos años del franquismo en su natal España), demuestra ser un autor de múltiples facetas pero un mismo propósito claro: su capacidad para seducir y hacer reflexionar al lector.

Embrujo de mujer y otras obras del autor están disponibles para su compra en la plataforma de Amazon.

Desde esta Tierra de Letras recomendamos la lectura de la obra de este autor, quien también a nosotros ha logrado envolvernos.

Reseña de Los últimos catorce años en Letralia

Reseña de Los últimos catorce años en Letralia

La mirada más tierna del fin del franquismo se narra en Los últimos catorce años, novela de José Antonio Prades

Letralia jueves 18 de julio de 2019

Los últimos catorce años
José Antonio Prades
Novela
Editorial Adarve
Madrid (España), 2018
ISBN: 978-84-17548-64-3
222 páginas

José Antonio Prades escribe con el corazón, y admite, sin titubeos, que el ejercicio de la escritura es para él algo impulsivo, con mucho sentimiento (esto último lo agregamos nosotros).

Es natural que quien se entregue a la escritura de una forma tan entera como esta, se anime a escribir sus anécdotas, su propia biografía, pero no en un libro cuyo título podría ser su nombre y nada más, no. Él, en cambio, decidió dar vida a la novela Los últimos catorce años, una obra de pensamientos y sensaciones –como él mismo lo explica en entrevistas—, publicada en 2018 bajo el sello español Adarve.

Para el autor —el mayor de tres hermanos, hijo de un carnicero y una modista— el tema a tratar estuvo claro desde el principio: Los últimos catorce años sería el título de la novela para narrar su experiencia en los últimos catorce años de la dictadura de Franco, en España, uno de los eventos que lo marcarían profundamente no sólo a él, sino a los millones de españoles que la sufrieron desde 1939 hasta 1975.

 

Una novela que marca a todos sus lectores

Los últimos catorce años de la dictadura de Franco —que van de 1961 a 1975— fueron los primeros en la vida del autor. Con todo y que la historia está atravesada por los acontecimientos de aquellos años, mostrando cómo transcurría la niñez, la adolescencia, la vida bajo el miedo y la represión, Prades expresa en cada línea una versión más tierna de las cosas —su versión de niño—, que ha sobrevivido a los años hasta cuajar en una novela.

En cuanto al tiempo de creación, fueron necesarios tres años repartidos en dos etapas diferentes. “Al ser su contenido autobiográfico, la información venía del recuerdo, a impulsos, a veces tan fuertes, que no podía parar. Aprendí a utilizar la aplicación de notas del teléfono móvil, y ahí iba apuntando lo que me llegaba desde el fondo de mi memoria, o de mi nostalgia, para ir desarrollando después. Pregunté a mis hermanos, a mis primos, tíos y amigos y, sobre todo, a mi padre, con el cual me fui a recorrer sus lugares de infancia y adolescencia. Ese viaje nos devolvió sensaciones de mucho tiempo atrás, tanto por evocar su historia como por palpitar los dos juntos, solos, por horas y horas, en una cercanía que se llenaba de sensaciones amorosas que antes no nos atrevimos a mostrar”, contó el artista el año pasado, durante una entrevista publicada en el blog de Editorial Adarve.

José Antonio Prades prefiere evitar cualquier tipo de encasillamientos con una estrategia de creación que se esmera en cumplir a cabalidad: ser muy ecléctico y estar abierto a los cambios.

Cuando utiliza la palabra viaje, el autor no se limita a expresar lo que para él ha significado escribir este libro; también, le advierte al lector —español o no— todo el viaje de sensaciones que experimentará en cada página, y que no sólo lo llevarán a entender las costumbres, actividades y normas aprendidas en una familia para preservar su supervivencia, su estabilidad emocional, sus rutinas, sino que además el lector deberá saber que cada palabra lo llevará a sumergirse en la historia completa de un país que actualmente sigue sufriendo las heridas que el franquismo dejó.

En pocas palabras, quien desee hacer una lectura de la España de aquellos días de oscuridad, comparada con la España agitada y del primer mundo que existe ahora, podrá hacer de este libro un buen punto de partida.

La voz elegida por el autor para narrar los acontecimientos es la de la segunda persona, mientras que en esos momentos en los que el narrador no cuenta la vida de otro personaje, sino que se centra en reflexionar, cambia a la voz de primera persona y entonces la historia se vuelve aún más íntima. Todo eso es intencional, es parte del viaje del que hablábamos anteriormente.

Aunque la lectura de este libro puede hacer que el público considere a Prades como un autor de obras autobiográficas e históricas, el español prefiere evitar cualquier tipo de encasillamientos con una estrategia de creación que se esmera en cumplir a cabalidad: ser muy ecléctico y estar abierto a los cambios.

“Creo que no tengo un relato o una novela que se parezca a otro u otra, porque siempre he buscado renovarme, disfrutar creando en diferentes entornos literarios: estructuras, argumentos, tramas, recursos, intenciones”, reveló el autor en la entrevista concedida al referido blog.

Los últimos catorce años se suma a una lista de novelas más larga en la que figuran Silvana y los pederastasOficina de risaEmbrujo de mujerPronto serás mía Olor a Varón Dandy, entre otros.

Si estás buscando un nuevo autor para incluirlo en tus lecturas diarias, el trabajo de José Antonio Prades es de nuestra total recomendación.

Tratado de Pradesología, por Pilar Aguarón

Tratado de Pradesología, por Pilar Aguarón

Estas fueron las palabras de Pilar Aguarón Ezpeleta en la presentación de En medio de la vida.  28 de febrero de 2014, en el CC Salvador Allende, del barrio de Montemolín, en Zaragoza

"Tratado de Pradesología". (En medio de la vida)

Son 50 años de vida y 30 de escritura, desde el relato Rosa Roja, en 1981  hasta el último libro de 3d3 Tintas distintas, en 2011.

Y está visto que la cosa sigue porque ya ha editado otro libro conjunto de 3d3, Cuentos de amor, desamor y otras reacciones químicas,  está próximo a salir Mujeres que llenan mis noches, siete cuentos de amor, y una novelita que ya tiene treinta páginas adelantadas.

Es difícil encuadrar la obra de José Antonio porque es diversa quizá como su formación literaria, que así la define él mismo: ecléctica y autodidacta.  Se ha mirado en la obra de García Márquez, de Torrente Ballester, de Hermann Hesse, de Kafka, de Unamuno, de Valle-Inclán… de Carlos Castán, de Javier Tomeo..  de Vicente Aleixandre y de García Lorca…  para entrar en todos los géneros, y disfrutar en cada uno de ellos, aunque sea un narrador, esencialmente.

Sus ambientes van desde lo bucólico en torno a parajes campestres hasta lo fantástico en mundos oníricos, desde un pueblo abandonado, Ligüerre de Cinca,  hasta la megápolis de Buenos Aires, desde su barrio de Montemolín, aquí mismo, hasta las cabañas de los Andes.

Ha sido una tarea ingente reunir más de dos mil páginas, con cinco novelas, siete libros de relatos, ocho poemarios, cinco obras de teatro, casi un centenar de artículos, algunos ensayos y unas pocas canciones.  Pero estoy seguro que más aún que el esfuerzo de búsqueda, revisión, corrección, ordenamiento y estoy segura que también de destruir, adivino otro esfuerzo mayor, más duro incluso, o cuando menos con atisbos de dolores… el esfuerzo emocional de encontrarse a sí mismo o a aquellos otros joseantonios que se fueron mostrando y ocultando en cada una de las páginas ahora desempolvadas.

Pueden ser Laura, Ponciano, Carlos, Juan Lozano, el abuelo, Renato, el profesor o su amante joven, o Rafael Sarto, el entrenador… Pueden ser el ángel extravíado que nos mira desde el más allá, el muchacho futbolista que quiere jugar el Mundial, el anciano solitario que anula sus poderes,  el niño que rechaza a su madre, el político pederasta, el marido que asesina a su mujer enferma, la mujer que lega sus reflexiones en el testamento…  ¿quién de ellos es más José Antonio?

José Antonio tiene vocación de profesor, que lo es en su materia de Recursos Humanos, y alguna vez le he oído decir que le gustaría ser maestro, pero maestro al modo del anciano que se sienta en el ágora y transmite sus enseñanzas como Valero, el filósofo de sus Fábulas de Montemolín, quien transmite más preguntas que respuestas.  Y así puede encontrarse en gran parte de su obra esa intención, seguro que al principio inconsciente, pero que se va haciendo más palpable conforme la vida le va nutriendo de experiencia

Una obra de estas características siempre tiene en su interior los rastros de vida de quien la creó. Ya en su primer relato nos cuenta José Antonio una historia metafórica de una relación sentimental de su juventud (todos empezamos escribiendo al amor) que eleva a la reflexión moral.  Y sigue en Arañazos, su obra que aúna sus relatos que le pasaron de veinteañero a treintañero, un periplo existencial que transmite crecimiento interior desde el dolor.  Son arañazos en el alma: personajes perdidos, casi siempre víctimas del propio destino, al cual no saben responder… aunque en algunos sea imposible: locura, fanatismo, desorientación, desarraigo, ingenuidad, ignorancia…  Y en esa década, humor, más del habitual en lo que sigue, que recrea en el mundo oficinesco, inspirándose en sus propias vivencias y en el humorista Álvaro de Laiglesia, para ofrecernos los Arreglos para una oficina impúdica, con pasajes tronchantes para ese personaje Julián Dongracias, que termina silbando en la vía.  Después, llegaremos incluso a la carcajada con Severiano, el tenor, con el niño genio y con Gaby, uno de los amigos de Juan Lozano, oh, don Juan.  Echo en falta la risa en lo que escribiste después.

En esa década de la vida de José Antonio, que culmina con El embrujo de una rubia platino,  se atisban acercamientos a una constante literaria que ya no abandonará y que, en alguna ocasión ha dicho que  presidirá su obra más larga, aún por escribir: los mundos fantásticos, oníricos, esotéricos o espirituales que comienza a reflejar con el relato de esa rubia platino y que estalla en el libro de cuentos que inicia su periplo treintañero: Cuentos de Luz.   Juan Lozano, remedo de don Juan Tenorio, junto a la rubia platino, remedo de la monjita Inés, nos llevan al mundo universitario, desde el cual, aparecen aventuras y desventuras que nos acercan a una excelentemente resuelta apoteosis final, después de disfrutar con toques eróticos y humorísticos que dan frescor a cada capítulo.

También creó en esa década la mayor parte de su poesía, género que sólo cultivó en razón de alguna musa de amor o en momentos de desaliento, como el poemario duro titulado “Crujen los corazones”, continuación del iniciador “Sensaciones de un desencanto frustrado”.  En ese apartado de “Otros géneros” incluye letras de canciones, obras de teatro “picantes”, de vodevil o revista, que llegaron a interpretar Mariano el Corto y Javier Segarra, reseñas y otros artículos.

Sobre Cuentos de Luz, escrito en España y editado en Buenos Aires, nos informa JotaA en su biografía que sufrió el engaño del editor y la estafa del distribuidor, quizá como respuesta a ese mensaje, a veces incómodo, que rebosa en sus páginas, rayano en el surrealismo o en la iniciación espiritual.

Y entonces se nos va nuestro amigo a Buenos Aires, llevándose a su musa Esther… aunque sin ella, en los tres meses de sondeo e investigación previa del panorama porteño, escribirá Fábulas de Montemolín, por un ángel extraviado que seguramente fue su alter ego, ¿o no?  Mezcla en esta serie de relatos relacionados su querencia nostálgica hacia su barrio zaragozano y su tránsito interior hacia los mundos que no son de este mundo.  Ternuras y añoranzas.

El juego de las sillas es el título de un libro de amalgama, que va desde los treinta hasta los cincuenta, donde ha recogido los relatos, muchos de ellos inéditos, que escribió sin orden ni concierto (son sus palabras) desde los años de su estancia porteña hasta el año del fin de esta compilación.  Lo ha seccionado en cuatro partes, casi correspondientes a épocas cronológicas.  Me gustaría hacer especial mención a la segunda parte, que contiene cuatro cuentos infantiles, entre ellos Celina, la equilibrista, doblemente premiado, y una curiosidad editorial, que se vuelve a repetir con dos obras de teatro:  José Antonio nos presenta una obra inacabada, Diatán, un libro infantil a modo de Harry Potter, que duerme en el capítulo 17 desde hace ocho años, a la espera de que algún hipogrifo lo despierte.  Me dijo José Antonio que tenía intención de llamar al hipogrifo, pero no me garantizaba que pudiera despertar a los monstruos de Diatán.

En 1998, terminó dos novelas.  Hablo de la primera, porque para la segunda necesito algo de valor.  Olor a Varón Dandy es su obra más consistente, una novela ambiciosa, que transita por nuestro siglo XX a modo de expresión de la intrahistoria.  Y quizá puede entenderse que en ella, probablemente de forma inconsciente, agrupa arañazos, amores y embrujos, tres de sus temas anteriores (me falta el humor, José Antonio) en una historia escrita desde la técnica del punto de vista (tres narradores cuentan los mismos hechos desde su propia perspectiva), con una estructura compleja y un estilo sencillo, con lenguaje llano y directo, sobre todo el de la tercera parte, tierna y amorosa.  La segunda novela, Pronto serás mía, con contenido altamente erótico… y más, que nos recrea el mito de Lolita en un ambiente más mundano, un instituto que requiere nombramiento de Director o Directora en medio del escándalo de un profesor a quien se acusa de haberse acostado con una alumna menor de edad.

Salto directa y rauda a su novela autobiográfica, presentada en este mismo lugar hace cinco años, titulada Jugué al fútbol, donde con un estilo ameno, desenfadado y autocrítico nos cuenta sus peripecias como futbolista de cantera, aprovechando para regalarnos reflexiones que nos llevan a pensar sobre los avatares del crecimiento en la juventud.  Con los réditos que dejó su venta, pudieron disfrutar de un campamento de verano varios niños desfavorecidos.

Y se cierra la obra de José Antonio, con lo que ha llamado “literatura profesional”, cuatro obras con diseño literario, pero cuyo contenido está referido a su profesión en Recursos Humanos, y en las que aúna sus habilidades literarias con sus experiencias laborales para crear situaciones y personajes en los cuales siempre pone un punto de socarronería aragonesa, conjugado con críticas, sucintas o evidentes, a las actuaciones con las personas en la mayoría de las empresas.

Así son las dos mil y pico páginas que componen esta compilación, que finalizan con unos cuentitos en los que me siento partícipe, porque están escritos al calor de 3d3, nuestra asociación conjunta, y por la cual he podido conocer un poquito más los interiores de este buen amigo que tengo a mi vera.

Enhorabuena, José Antonio.

Cómo se hizo y otros aspectos sobre Silvana y otros relatos

Cómo se hizo y otros aspectos sobre Silvana y otros relatos

Esta novela ha resultado ganadora del III Concurso Literario "El Trallo", convocado por la Comisión de Cultura y Juventud del Ayuntamiento de Grisén (Zaragoza), edición de 2016.

Escribí esta novela corta entre finales de 2014 y principios de 2015, aunque su idea me empezó a surgir en el año 2009, cuando conocí la historia de una muchacha nicaragüense, sobre la que a través de su madre escuchaba cómo estaba siendo seducida por un grupo de chicos mayores. Tenía doce años, ya desarrollada como mujer preciosa de ojos verdes y se llamaba Silvana. En principio, quise escribirla a modo de diario de adolescente que cuenta su vivencia del primer amor intercalando otra voz que narra la historia desde otro punto de vista, inspirado en el Diario de Ana Frank con el tono ingenuo de El niño con el pijama de rayas... pero al ponerme al teclado surgió lo que así queda.

Estuve dudando sobre el título con variaciones sobre Silvana a secas, o Silvana, la puta, o Silvana, la virgen. La razón de estos dos calificativos se descubre en el mismo párrafo de la novela y es curiosa.

Soy seguidor de un escritor de culto, Carlos Castán, y su primera novela, ‘La mala luz’, fue libro de cabecera mientras escribía mi texto.

Recibí el consejo de cuatro amigas para ir centrando el argumento, sobre todo aquellas escenas en las que para contarlas correctamente es necesario haberlas vivido. 

No suelo planificar en papel mis argumentos, así que la trama va surgiendo conforme voy escribiendo, si bien es cierto que en esos cinco años entre la idea y la culminación se van acumulando ideas que unas veces cuajan y otras se difuminan en el limbo. Confieso que me estremecí con algunos pasajes como si hubiera sido otro escritor quien me ofreciera leer la obra, porque iba apareciendo una historia atroz con esa banda criminal que lidera un sacerdote y que se cierra con dos asesinatos tapando uno de los delitos más execrables del ser humano.

Los otros diez cuentos tienen peculiaridades llamativas como el de La llave, que encierra en poco más de doscientas palabras un buena dosis de terror psicológico.  Disfruto probando voces y estructuras, no me ciño a corsés en la hechura de cada historia, por eso hay temas y extensiones variadas en ellos.  Van desde lo cómico en Misa funeral, con un desarrollo de una historia de infidelidad a la vez que se vive la liturgia católica, hasta la descripción del amor con un tono poético (poema incluido) en Nada es onírico. Aparece un toque erótico en Cita en Nochebuena, cuya tensión se marca porque en un lado se está preparando la típica cena familiar y en otro hay una espera del amante para una intensa sesión de sexo.  La cajita de latón descubre entresijos familiares, ocultos por más de cincuenta años, Causas sobrenaturales transita por una pendencia rural hasta llegar a un trasunto esotérico, Espectros es un monólogo interior de una mujer que planifica una venganza, y los tres restantes El lápiz de labios, En Salou, Eva y El ictus y el amor parten de hechos autobiográficos que me emocionaron al recordarlos mientras creaba los relatos. 

En fin, todo un collage estimulante para vivir las sensaciones que nos da la existencia en este mundo dual de amor y odio, guerra y paz, cobardía y valor, realidad y quimera, sosiego y pasión…

Opiniones de lectoras después de leer Silvana

Opiniones de lectoras después de leer Silvana

Enviada la novela a varios lectores con el anticipo que transcribo a continuación, recibí las siguientes opiniones, que he recortado para no hacer espoiler, ya que espero que te animen a leerla. 

“Un primer amor puede convertirse en estigma de pasión o de derrota. Silvana nos lo cuenta treinta y tres años después, cuando se siente capaz de enfrentarse a su propia historia para cerrar cuentas con el pasado.

Con un lenguaje duro, a veces intimista, a veces con humor, siempre directo, se desgranan los hechos de una relación adolescente que se truncó de golpe, pero que encierra secretos revelados con un giro vertiginoso de la trama en una desbordante tensión narrativa.

Nostalgias por el amor sin disfrutar, relaciones familiares rotas, denuncia social, intriga, poesía, canciones, esperanza son algunos de los ingredientes para esta novela corta.

El final, inesperado y truculento, deja al lector con el deseo de volver atrás, repasar los hechos y abrazar a Silvana.”

 

  • Tengo que decirte que te expresas muy bien. Es una novela que engancha porque he sufrido todo el tiempo por Silvana y su final
  • Me gustaría que hubieras dado más detalle del padre de Silvana.  También es muy interesante la vida de Salvador. Creo que tienes mucha base para que la novela sea más larga...
  • La introducción que haces me parece muy, muy buena. El lector encontrará en esas líneas una buena dosis misterio y curiosidad.
  • Quizás sabe a poco. Para ser novela corta es intensa por el contenido.
  • Primero tengo que decirte que me ha gustado la novela. Me había enganchado tanto a la vida de Silvana, que me he quedado con ganas de más. Por lo tanto, has conseguido que resulte interesante. Además ha resultado sorprendente; la estructura me ha parecido muy ingeniosa, porque la segunda historia se va ampliando para al final convertirse en el desenlace. 
  • La razón está en que he llegado a meterme tanto en la vida de Silvana y en la inocencia de un primer amor que no he llegado a pensar que Salvador fuera así.  Quizás por eso me ha gustado tanto el final, por lo sorprendente; no me lo esperaba.
  • Creo que has conseguido lo que querías, una libertad absoluta para que montemos nuestra propia historia.
  • Lo veo para padres de adolescentes y para tertulias. Después de haberlo leído y comentado, da para mucho.