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Comentario de La mujer moderna y sus derechos (1927), de Carmen de Burgos.

Comentario de La mujer moderna y sus derechos (1927), de Carmen de Burgos.

 

Carmen de Burgos, también conocida como Colombine, expuso su ideario feminista en varios de sus ensayos.  A través de un fragmento de su ensayo La mujer moderna y sus derechos (1927) se contextualizará y se comentarán los temas tratados, su estructura y sus recursos formales, para finalizar con una impresión personal sobre el contenido.

 (enlace al final del texto)

 

Carmen de Burgos fue una maestra, periodista y escritora de finales del siglo XIX y principios del XX, considerada como avanzada para su época y claro referente del feminismo en su momento.  En 1927 publicó su obra de mayor repercusión, La mujer moderna y sus derechos, que recoge postulados a favor del papel de la mujer en la sociedad y en el mundo frente al desprecio masculino de la época. Es un momento de transición del modernismo a las vanguardias, en el que se aprecia un impulso al proceso de liberación de las mujeres.

Se analizará un fragmento de esta obra, extraído de su capítulo IV, Derecho a saber, en el que refiere y critica la situación del momento de la mujer al respecto de la formación y de su participación en la cultura, tema que contiene en sus ocho párrafos, cada uno de los cuales presenta una idea definida sobre un aspecto:

1) exigencias para la mujer en sus composiciones literarias,

2) visión cerrada sobre los libros femeninos,

3) más exigencia a la mujer, esta vez hacia la perfección,

4) expresión de exhibir la madurez del talento femenino y no su cuerpo,

5) comparación de esa exigencia con la mediocridad de algunos hombres encumbrados,

6) repite en el siguiente párrafo, usando una hipérbole: “Para cada escritora sin valor hay un millar de hombres en igual caso”,

7) inexistencia de mujeres en las Academias,

8) y finalmente una referencia concreta a la escasísima presencia femenina en la Real Academia Española.

La autora aplica un discurso argumentativo para defender su tesis: la desigualdad extrema entre hombres y mujeres.  Utiliza un lenguaje directo, de comprensión sencilla, sin ser vulgar ni exageradamente reivindicativa, con frases cortas y contundentes: “se pretende de la mujer una literatura especial”, p.1; “Se exige de la mujer perfección“, p.3; “Las Academias cierran obstinadamente sus puertas a la mujer”, p.8, buscando así un impacto que consigue con sus argumentos.  También incluye referencias a autoras reconocidas, como Colette (p.1) y Juana de Ibarbourou (p.2), con indicación en el primer caso de la presión de su marido para que aplique determinado estilo en su literatura, “…sino exagerar sensaciones que no son de literatura femenina”, mientras que en el segundo caso pondera los rasgos eróticos de su poesía, mencionando cómo son sacados de contexto.  En cambio, en el último párrafo, con un tono satinado de ironía, con el uso del tratamiento de “doña”, cuenta la forma en que “María Isidra de Guzmán y de la Cerda, protegida de los Reyes” ganó ese puesto también por “el encanto de sus años juveniles y su belleza”.  Aparece también otra referencia a que se valora el aspecto físico de la mujer antes que su valía literaria: “…dirigirle alabanzas a la belleza, que merman el valor de los juicios a su intelectualidad; o para mortificarla con el ridículo, si no es joven y bella”, (p.3).  Incluye términos o expresiones que significan el rechazo perseverante del hombre a la mujer: desdén, mortificarla, inclemente, obstinadamente, a piedra y lodo.

En general, sin exabruptos, pero con contundencia, con un discurso muy bien hilado, presenta hechos con comentarios que demuestran profundo conocimiento (y sentimiento) sobre el tema, muestra habilidad en el estilo y en la argumentación para describir y denunciar la situación de la mujer respecto al hombre, en este caso en la faceta cultural y específicamente en la literaria.  Querría destacar la expresión con profunda sensibilidad sobre la poesía de Juana de Ibarbourou, en la que acerca el “deseo carnal” a lo místico (“…tan unidos a su alma y cuerpo, que llegan a adquirir una pureza casi mística”, p.2).

Las circunstancias detalladas, refiriéndose a la realidad de su época, presentan una sociedad masculinizada, que trata con total desigualdad a la mujer y especialmente en actividades intelectuales, como es la escritura, dando a entender la inferioridad de las féminas y su deber de sometimiento al hombre. En la sociedad occidental, el avance del feminismo en los últimos años está permitiendo un nivel de igualdad muy superior al existente en las últimas décadas y se hacen precisas acciones que descubran la realidad pretérita, sin caer en extremismos que busquen la confrontación antes que comprensión, entendimiento y colaboración.  Considero que el avance hacia la igualdad debe incluir el respeto mutuo y atender la propia diferenciación biológica, persiguiendo esa igualdad en derechos y oportunidades.

 

 

Referencias bibliográficas:

Anja, Louis (2018) – La identidad feminista en la obra de Carmen de Burgos, Estudios románicos, vol 27, págs. 33-48

 

Burgos, Carmen de (2021). La mujer moderna y sus derechos. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes 

https://www.cervantesvirtual.com/obra/la-mujer-moderna-y-sus-derechos-1065846/

 

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